El calor incrementa el flujo de sangre y ayuda a relajar los músculos. Por consiguiente, proporcionar calor a su cuerpo por dentro y por fuera contribuye a un gran alivio. Beba abundante té de hiervas y aplíquese una bolsa de agua caliente sobre el abdomen varias veces al día.
lunes, 30 de julio de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario